sábado, 9 de abril de 2016

Los regalos envenenados de Pablo Iglesias

De todos es conocida la afición del líder de Podemos a obsequiar a sus interlocutores con presentes que esconden un mensaje, unas veces mas claro que otro, llamativo e intencionado, que no desentona con esa puesta en escena tipo espectaculo cirquense al que nos tienen acostumbrados, (no se si es por esa idea absurda, pero tan extendida, del que "Se hable de mi, aunque sea mal", por que hay veces que, sinceramente, causan verguenza ajena y ni en con el más benévolo de los argumentarios, puede llegar a entenderse. Por poner un ejemplo asequible: Bescansa, con su niño en el congreso como una refugiada sin recursos y este pasando de unos brazos a otros. Me pregunto como a ninguno de ellos aun no le ha dado por salir en rueda de prensa con un perrito y un gatito haciendo moñerias juntos, que eso si que seria trending topic. Imagino que la idea esta aparcada para ser utilizada como golpe de efecto en estas próximas elecciones que prácticamente tenemos encima).

En la audiencia con el Rey, la serie "Juego de Tronos", que por si alguien desconoce su temática, va de un grupo de rebeldes liderados por la Khaleesi Targaryen, libertadora de esclavos, que van tomando posiciones para derrocar al poder dominante y corrupto. No hay que ser un lince para establecer analogías: Obviamente el papel de Daenerys Targaryen es para Iglesias, solo que en moreno y ropa de Alcampo, Los Lannister, es decir, los poderosos corruptos, son en suelo patrio los borbones. E imagino que  se ha dejado la representación del Dragón a Monedero.

Teniendo en cuenta que en esta serie, prácticamente todos terminan con la cabeza cortada, el mensaje no ofrece muchas interpretaciones. Aunque en mi humilde opinión, Pablo, yo no lo considero adecuado. Si quieres obsequiar a su majestad Felipe VI algo que describa en una imagen lo que representa, yo le hubiese comprado el libro de Belén Esteban. Alguien que esta donde esta por un polvo, a quien le hacen el trabajo para que se limite a poner su firma, que tiene asegurada su vida y la de su descendencia, (Andreita va a ser mas famosa en su momento que Paquirrin, y si no, al tiempo) y encima respaldada por una mayoría de ciudadanos de este bendito pais.

Y recientemente, en la reunión con Pedro Sánchez, un libro sobre baloncesto. Si como hemos señalado, el anterior era un mensaje claro, este no lo es menos: Iglesias esta diciendo:"Pedro, te estoy tocando las pelotas y voy a seguir haciéndolo hasta que termine el partido".

La evidencia es significativa. Empezó con esa rueda de prensa en la que el líder de Podemos se hacia el reparto de la tarta sin contar con nadie, lo que dejaba inviable cualquier negociación y ha seguido con su oposición a la entrada de Ciudadanos en ese posible grupo de regeneración política, cuando estos ya habían dado un paso hacia ella, cosa que el partido morado no había hecho.

Nadie puede creerse que el líder socialista iba a apuñalar a sus compañeros de patio, (aunque trazas había, como esa reunión secreta con Junqueras, imagino que explorando todas las vías posibles para evitar su defenestración política) y sin el apoyo de los naranjas, los números siguen sin salir.

De modo que creo que Iglesias se burla de la capacidad intelectual de los españoles, intentando convencernos que el pacto no ha resultado porque el resto no cede. Son ellos quienes desde su posición inmovilista, van a permitir la destitución de Sánchez, el ascenso de Susana Díaz al trono socialista y con ello esa conformación de Gran Pacto entre PP y PSOE que nadie quería. Y una vez mas, el afortunado Rajoy volverá a gobernar simplemente agazapado, esperando que las cosas se solucionen por si solas. Tendrá de nuevo mayoría absoluta, (no creo que entre ellos y el núcleo duro de los Socialistas haya muchas discrepancia) y probablemente lo único que cambiara en esos cuatro años sea, teniendo en cuenta la diseminación de ideologías y los problemas internos que ya tienen, la configuración de Podemos como partido político.

Es lo que tiene regalar bombas. Alguna puede explotarte en la cara.