Concluidas las elecciones, creo que todos estaréis de acuerdo en que, aunque como siempre, según sus portavoces, todas las formaciones políticas han ganado, a nivel general, hemos salido de ellas con ese sabor agridulce de la degustación de un menú de nouvelle cuisine, que no llegas a decidirte si te ha gustado o no y encima te deja con hambre.
Y esa apreciación me temo que vale para todos los colores del espectro político patrio, una paleta cada vez mas compleja en la que no dudamos que pronto se incorporaran nuevas tonalidades, ya que parece que presente y futuro han decidido representarse mas en base a ellas que a ideologia, que intentan mantener lo mas posible en secreto, como un viejo y taimado jugador de poker, a la espera que el resto de jugadores, descubra su jugada gracias a algún error de campaña.
Ha ganado el PP, cierto, pero con una perdida de votos tan importante, que como minimo deberia servir de advertencia a futuros navegantes. Si ni se cauteriza la herida y sigue manando sangre de ella, el paciente pronto entrara en coma, Sin embargo y a pesar de ello, aun se pueden declarar vencedores técnicos de este aburrido partido. O al menos en uno de ellos. Luego analizaremos esto con mas profundidad.
Al otro lado del espectro, el gran perdedor, sin duda, el PSOE, (decir que han hecho historia, como proclamo Sánchez tras conocer los resultados, solo puede tener dos explicaciones: O un macabro sentido del humor del Secretario General, puesto que ha sido los peores resultados del partido desde que este existe, o a que habían empezado a brindar por el éxito demasiado pronto), Porque es evidente que ha sido un descalabro de proporciones épicas y que ha dejado al líder con la cabeza expuesta bajo una cuchilla que se maneja desde Andalucía, región que les ha permitido salvar los muebles y regida por Susana Diaz, como recordareis, que esperaba agazapada este tropiezo para impulsarse con el hasta la secretaria general.
Me temo que los días de Pedro Sánchez están contados. No tiene apoyo dentro de su partido y los de fuera saben que ya no es con el con quien tienen que hablar. Fue un experimento curioso buscando una regeneración que en realidad no se pretendia. El experimento ha concluido sin éxito. Limpiemos el laboratorio y volvamos a lo que mejor sabemos hacer. Por algo el insigne e incombustible Felipe González, (ya sabeis, ese que pide ampliar la edad de jubilación, Se ve que se aburre entre yate y consejo de Unión Fenosa y se pasea por las obras a ver si algún capataz le da una oportunidad de subirse al andamio), no deja de repetir las virtudes de una Gran Coalicion, un pacto a la alemana que les permita seguir perpetuandose en el poder, a la espera que los partidos emergentes se diluyan durante ese periodo como hacen las modas, en general pasajeras.
Pedro Sánchez parece no estar muy de acuerdo, pero como el ya no cuenta, ese pacto se ve cada dia mas cercano. El PP tiene abiertas las puertas de par en par como la bruja invitando a Hansel y Gretel a la casa de caramelo, sabiendo que las únicas oportunidades de los niños son entrar para ser comidos o deambular en solitario por el bosque, hasta que el lobo morado, cuyo aliento sienten ya en sus cogotes, les de caza.
Se disfracen como se disfracen,los resultados del PSOE son tan malos que ni siquiera les sirven para forzar un pacto a la desesperada con Podemos, intentando mantener esa imagen de izquierda que defienden y en la que ya nadie cree. Solo seria posible uniendo una amalgama de siglas de ideas e intenciones muy diferentes, en la que a priori parece que nadie apuesta. De modo que su único camino nitido es el de baldosas amarillas que les han colocado desde el PP, aunque eso les suponga perder la parte del electorado mas a la izquierda, que se pasarían a la formación morada, algo que parece ya asumido por el resto de colores.
Porque el ganador en estas elecciones ha sido sin duda Podemos, por esa remontada en la que nadie creía y sin embargo se ha producido. Y aun asi, ha sido una victoria pírrica. Está claro que su posición como fuerza principal de la izquierda es cada vez más clara. De hecho, aunque los escaños mientan, si nos atenemos al porcentaje de votos, comprobamos que practicamente estan a la par que el PSOE. Y hablamos de un partido recien nacido, enfrentándose a otro que no solo tiene un siglo de antiguedad, sino que, al llevar mas de 30 años alternándose en el poder, cuenta con un presupuesto mucho mayor, una infraestructura infinitamente superior y por tanto, una capacidad de movilización, sobre todo en zonas poco pobladas, con la que hoy por hoy, el partido de Pablo Iglesias no puede competir ni de lejos.
Sin embargo, los resultados son los que son y cuando notas a tu enemigo tan cercano de hacerse con tus posiciones, se pueden tomar decisiones equivocadas como ese Gran Pacto de Gobernabilidad, como ya lo van llamando pomposamente algunos de los mandos a ambos lados del espectro. Porque siendo lógicos, esa coalición solo perjudica al PSOE, cuyo cada dia, sus mas exiguos votantes lo hacen porque aun creen que es la Centro-Izquierda y posicionarse junto al partido del "Indecente" , les delataria como "La casta" o "El inmovilismo" que pregonan los de Iglesias. Y son muchos los que exigen cambios.
De modo que nuestra idea de lo que se va a producir a raíz de estas elecciones es una coalición PP/PSOE y frente a ellos, Podemos y resto de fuerzas de izquierdas en la oposición, (lo que colocaría a estos como una referencia clara de quién será el partido que lidiara en la pugna por el poder para las próximas).
Y de quienes mas porcentaje de votos han conseguido, nos queda Ciudadanos. Desde luego con un resultado mas que bueno para ser su primer intento de asalto al poder a nivel nacional, pero un fracaso para las expectativas que tanto ellos como muchos de sus simpatizantes esperaban. Nadie puede explicar su derrumbe en las dos últimas semanas previas al 20D. Quiza esos fangos en los que entraron algunos dirigentes, el cansancio evidente de Rivera, a quien se le veía perdido incluso en los debates, terreno que mejor domina... Lo que importa es que han quedado sin ningún poder decisorio, de manera que daria igual a nivel de gobernabilidad si pactan con los unos o con otros, pero no así para ellos. Si ya esos barrizales de los que hablábamos antes desprendía un clasico tufillo a rancio, imaginad lo que supondría una alianza con PP/PSOE. Seria como gritar ¡Fuera mascaras! y lanzarse a tumba abierta por la misma pendiente que antes recorrió UPYD.
De modo que tal y como están las cosas, aunque unos y otros finjan innumerables reuniones, encarnizados debates con el fin de acercar propuestas, estoy seguro que Angela Merkel ya les habra dibujado la hoja de ruta y como todos sabemos que es ella quien manda en PP/PSOE, las quinielas de pactos no son demasiado complicadas.
Porque repetir elecciones seria darle mas fuerza a Podemos. Y entre nosotros, no creo que ninguno de los otros grupos este dispuesto a ello